El Loro y su Libertad -¿Serás tú igual?

¿Serás  tú igual? aunque me gusta ser original, y escribir lo que yo siento pero, éste es un cuento de un loro muy contradictorio, que   leí   en un libro de psicología, y que encierra un mensaje subliminal   para tantos seres humanos que viven atados a su propia cadena y me pareció interesante transmitir. 
Hacía un buen número de años dicho loro   vivía enjaulado, y su propietario era un anciano al que el animal hacía compañía. Cierto día, el anciano invitó a un amigo a su casa a tomar   un té, pasaron al salón donde en la ventana estaba el loro en su jaula,  cuando de repente el loro comenzó a gritar insistente y vehementemente:  ¡Libertad, libertad, libertad! No cesaba de pedir libertad, durante todo el tiempo en que estuvo el invitado en la casa, el animal no dejó de reclamar libertad, al punto que era tan desgarradora su solicitud, que el invitado se sintió muy apenado y ni siquiera pudo terminar de saborear su té. Estaba saliendo por la puerta y el loro seguía gritando: ¡Libertad, libertad, libertad!!

Pasaron unos días, el invitado no podía dejar de pensar con compasión en el loro. Tanto le atribulaba el estado del animalillo que decidió que era necesario ponerlo en libertad. Tramó un plan, sabía cuándo dejaba el anciano su casa para ir a efectuar la compra, iba a aprovechar esa ausencia y a liberar al pobre loro. 
El invitado espero el momento y se escondió cerca de la casa del anciano y, en cuanto lo vio salir, corrió hacia su casa, abrió la puerta con una ganzúa y entró en el salón, donde el loro continuaba gritando: "Libertad, libertad, libertad". Al invitado se le partía el corazón.  Rápidamente se acercó a la jaula y abrió la puertecilla de la misma, entonces el loro, aterrado, se lanzó al lado opuesto de la jaula y se aferró con su pico y uñas a los barrotes de la jaula negándose a abandonarla. El loro seguía gritando: ¡Libertad, libertad, libertad!

El análisis de la historia es que así, son muchos los seres humanos  quieren   hallar la libertad, pero se han acostumbrado a su jaula interna y no quieren abandonarla, en muchas ocasiones culpamos a los demás. Deseamos cambiar pero cuando se nos presenta esa maravillosa oportunidad nos resistimos, nos enfadamos, nos entristecemos, reconocemos luego que los errores los cometemos nosotros y en ese instante entendemos que debemos abrirnos,cambiar,modificar actitudes pero como prisioneros acostumbrados a su rutina nos resistimos a abrir la jaula y dar ese paso tan importante con el que obtendremos nuestra libertad.
Pensemos en el loro de este cuento deseando y pidiendo la libertad, pero no hagamos como él que en el momento de poder obtenerla se resiste y pierde esa oportunidad   maravillosa. Nosotros aprovechemos las oportunidades que se nos presentan y que nos auguran un futuro de gran crecimiento interior, de liberación y cambio que pueden beneficiarnos. Abramos esa gran jaula que nos contiene y que nos hace resistirnos a un mundo mejor en el que podamos crecer siendo realmente mejores personas cada día... Podemos desear cambiar,  mejorar, ser diferentes...pero lograrlo depende sólo de nosotros. (Cuento muy cierto que se debe meditar).

La Niñez - Su Enseñanza y Valores

La Niñez   Su Enseñanza y Valores:  Cada vez   me sorprende más, ver un niño@  de dos, tres,  cuatro años   el poder   de asimilación que tienen   en   esa diminuta   mente, es como una esponja que todo lo absorbe,  ahí en la niñez, es donde deben incrementarse   enseñanzas   y  valores, brindándoles   bases sólidas para el   futuro.

Las   buenas relaciones entre padres e hijos, de confianza, comunicación, respeto, moral, que si bien es cierto no son leyes escritas, pero los condiciona   a convivir   en sociedad al   llegar a la adolescencia y adultez,  la buena enseñanza no otorga   ser   personas perfectas   pero si, la formación   para evitar cometer errores de los cuales, puedan arrepentirse   mañana.

Algo fuera de toda   enseñanza  que vemos casi a diario, para mencionar sólo una, un hijo@ llegar   a su casa, del colegio, con cualquier objeto, los más comunes   en la etapa de la niñez , con un lápiz , una pluma, un juguete   y no cuestionar al   hijo   decirle: ¡eso no te lo compre yo, no es tuyo, devuelve lo!  en cambio hacen caso omiso de la bomba de tiempo que tienen en sus manos, y  permiten que se quede con ello, ¿qué se espera como próximo paso? que será después, ¡muy sencillo!  ese padre...madre   se le hará fácil   aceptar como bueno, los objetos que el hijo pueda traer, que   el día de mañana   pudiera ser, ya no, un lápiz, una pluma, un juguete. La enseñanza de los valores, y buenos modales, están por el suelo, sólo hay que ver a los padres.

 Por otra parte, si   hay   padres que ejercen autoridad con sus hijos, y  hacen   lo imposible   para que sean   personas   de bien, pero en ocasiones les   gana   la rebeldía que en la etapa de la niñez   y adolescencia   por lo regular todos pasamos, y muchas veces ante esto, como quien dice   tiran   la toalla   fatal error, comienza la   pérdida de valores, a no prestarles   atención, ¡ah que haga lo que quiera,  ya no puedo más con él@!   ¡NO!  los padres que saben el valor de serlo, nunca deben bajar la guardia, nunca una   nalgada a estado de más, ni le a hecho daño a nadie, todo lo contrario una nalgada a tiempo a salvado a muchos niño@s de los malos pasos. 
Aquellas que aceptaron, no corrigieron, permitieron a sus hijos@   ser unos delincuentes , muchas de esas madres desearán en un momento   no haberlos tenido, porque la   carga al final   se les hizo muy pesada.

Algo notorio   de la cual cabe mencionar, hay cierto tipo de madres, que aunado a situaciones, procrean hijos para después entablar grandes peleas por manutención, que termina siendo más importante que el bienestar de sus hijos   así   van formando una cadena de uno, otro, y otro a la larga todos terminan igual, triste   pero   es la cruda verdad de todos   los tiempos, punto a la escasez   de valores, y la verdadera misión de la madre, que está por encima de cualquier cosa incluyendo los bienes materiales, ya que   al decidir traer un   niño@ al mundo es  un   deber   brindarle dentro de la mejor manera posible   una buena educación, y así poder evitar males mayores.

Tampoco podemos soslayar   la imagen   paterna, en   donde en muchos   hogares   falta y en otros, ni se les conoce, aunque también pudiésemos decir; en el diario vivir   se suscitan   contradicciones pero, que si las analizamos nos damos cuenta que no son tal,  no necesariamente   la presencia de el padre en el hogar garantiza el buen devenir de una familia, muchas, pero muchas   madres solas con   alto sentido de la maternidad,  logran hacer de sus hijos@ profesionales,  honrados, decentes.

No podemos dejar de mencionar,  Algo muy peculiar que todavía tienen ciertas familias, la creencia absurda que los varones  no deben aprender oficios del hogar, ¿no se supone que estamos en tiempos modernos? al varón también se de debe enseñar que los oficios de un hogar es participación de todos.

Enseñarles desde niños a ser responsables, podemos cometer errores, nadie está exento pero tenemos que aceptar que formar una familia de la cual podamos   llegar a la vejez orgullos@s  de ella, no es nada fácil, por eso hay que estar consciente, preparados, seguros  de no ser así, corremos el riesgo de seguir  viviendo en un caos de violencia, delincuencia, dolor   y muerte.